La oferta era tener llamadas y banda ancha con Auna. Pasado un tiempo se iba a hacer portabilidad de mi número de teléfono. Eso significaba que pasado unos meses iba a alquilar mi línea de teléfono a Auna. Telefoníca no se llevaría ni un céntimo de mi dinero. Me parecía maravillosa la idea. Firmé el contrato.
Poco después tuve mi primer problema. Una de las clausulas del contrato por el cual Ya.com me proporcionaba ADSL estipulaba que si no se permanecía al menos un año con ellos, era necesario pagarles una indemnización. Mi amiga me aseguró que estas estipulaciones carecían de valor. Según ella, si les amenazaba con represalias legales, se amedrentarían. No me cobrarían la penalización.
Les mandé a Ya.com un burofax para darme de baja. Lo típico. Les amenacé con acciones legales. Ni cortos ni perezosos, fueron y me cobraron la indemnización. Vi al poco tiempo un cargo en mi cuenta de más de 100 euros. Aunque no me he informado, parece que lo que dijo mi amiga, acerca de poder intimidar una compañía, fue mentira. Para joder la marrana, Ya.com en esos momentos estaba ofreciendo contratos sin permanencia, donde podías darte de baja sin pagar penalización, aunque fueras su cliente únicamente un mes .
Lo más destacable de Auna es que el ADSL iba muy lento. El servicio de atención al cliente lo prestan a través de un número de tarificación especial. Cualquier cosa adicional que se quisiera contratar, como ADSL más rápido, o tarifa plana por módem valía más de 50 euros adicionales. En resumen, muy poco interesante. Sin duda lo peor era la atención al cliente. Una compañía de telecomunicaciones donde haga falta pagar para hacer cualquier gestión con el servicio de atención al cliente es una puta mierda. Es muy común que las empresas de telecomunicaciónes cobren por el servicio de atención al cliente, lo que es un atraco a mano armada.
Unos meses después decidí iniciar la gestión de hacer la portabilidad a Auna. Dejaría al final de alquilar la línea de teléfono a Telefoníca. Me libraría del monopolio. Vino un técnico de Auna a casa. No alquilan la línea a Telefoníca. Meten una propia. El conducto por el venían las líneas era demasiado estrecho para que el técnico metiera la suya. Unos días después vino un técnico de Telefoníca que tuvo más éxito.
Mientras tanto vi una oferta muy buena de ADSL hecha por Jazztel. Me apunté después de preguntar si era compatible con portabilidad a Auna. Me dijeron que sí. Le mandé un burofax a Auna para dar de baja el ADSL. Me cobraron la siguiente factura. Me lo esperaba. Cuando me cobraron la de después juré jamás tener nada que ver con la compañía. Di orden a mi banco para que anulasen la domiciliación bancaria. Inmediatamente cancelé la portabilidad de mi número de teléfono.
Todos los meses Auna me mandaba un recibo por unos servicios que no me prestaban. Eran tan sumamente incompetentes que habían traspapelado el burofax que les había mandado. Al cabo de un par de meses me empezaron a llegar cartas advirtiéndome que o bien les pagaba o bien me cortaban todos los servicios que me prestaban. Asombra una incompetencia de tal magnitud que crean que me estén prestando un servicio que no me prestan. No sirvió de nada el qué les mandase una carta certificada. La perdieron también.
Tuve problemas con el burofax. No fui en su momento a recoger la copia certificada. Se me extravió el acuse de recibo. No lo había guardado en lugar seguro. Me di cuenta de que también se me había extraviado el justificante para la copia certificada. Los había dejado encima de la mesa del salón. Curiosamente poco antes de que desapareciesen estos papeles vino a comer la amiga que me hizo el contrato con Auna.
Pasados unos meses fui a la oficina de correos desde donde había mandado el burofax. Les expliqué que se me había perdido el justificante. Me dieron buenas noticias. Seguían teniendo mi copia certificada. Aunque sería complicado, podría recogerlo. Tenía que hablar con la encargada. Volví. Me dijeron que lo buscarían. Hubo suerte. Me llamaron unas semanas más tarde mientras estaba visitando unos amigos míos. Fue por puro milagro que pudiese hablar con ella, ya que no había cobertura de mi compañía de móvil en el pueblo de mis amigos. A la tercera vez que me pasé por la oficina de correos, di con la mujer que me llamó. Pude recoger mi burofax. Ya podía llevar a Auna a juicio si se me antojase.
Auna seguía religiosamente mandándome facturas y recordatorios de impago. Auna fue comprada por Ono. Ahora era Ono que me mandaba las facturas y los recordatorios. Me hace una gracia impresionante que me digan que me van a cortar un servicio que no me prestan. Me estaba planteando llevarlos a juicio. Había oído en la radio que el gobierno iba a endurecer las sanciones por medidas abusivas de empresas de telecomunicaciones.
Una empleada de Ono me llamó en marzo del 2006 avisándome que les debía más de 300 euros. Yo la conté lo del burofax y les amenacé con acciones legales. Eso la calló. Como en esos momentos estaba trabajando a jornada completa, no podía tomarme el tiempo libre para acudir a los tribunales. Decidí dar a Ono una última oportunidad. Les llamé desde el trabajo. Después de media hora, siendo pasado de persona en persona, al final me pasaron con facturación. Me informaron que ya habían dado de baja el contrato. Yo les dije que habiendo ellos ignorado un burofax, que les había mandado, tenía un caso muy fuerte a la hora de emprender acciones legales. Les ordené cancelar todas las facturas desde el momento que les mandé el burofax. El día siguiente me llamaron diciéndome que así lo habían hecho.
Ono parece igual de mierda que Auna. El número de atención al cliente es de tarificación especial. Una compañía de telecomunicaciones debería ser capaz de conseguir importantes descuentos a la hora de poner un número gratuito. El que no lo hayan hecho demuestra que son unos putos avariciosos de mierda. También conviene recordar que ellos me siguieron mandando religiosamente facturas por un servicio que no me prestaban y además tuvieron la desfachatez de reclamarme pago por ello.
Andreso
Ahora sólo me queda pendiente una cosa. Averiguar si me han puesto en un registro de morosos. Como me entere que por su culpa yo sea considerado moroso, contrataré un abogado y les llevaré a juicio. Nada de juicio rápido. Pediré un mínimo de cien mil euros de indemnización. Casi espero ser considerado un moroso porque así podré disfrutar de una experiencia nueva: llevar a unos hijos de puta a juicio.