La SER es de lo más representativo de mis puntos de vista políticos que he encontrado.  Básicamente estas son que todo lo que hace el PP está mal.  La SER devota bastante espacio radiofónico a estas tesis.  Además encuentro la voz de muchos de sus presentadores agradable.  Aunque no le esté haciendo caso a la radio, su runruneo me acompaña.  La obsesión de la SER por el deporte reduce drásticamente mi cariño por esta empresa.

En esta cadena no se conforman con los muchos espacios monográficos que dedican al deporte.  Entre semana, de 15:00 a 16:00,  de 20:30 a 21:00 y de 12:00 a 1:30 es monopolizados por el deporte.  Además los fines de semana a partir de las 15:00 no hacen más que retransmitir eventos deportivos.  Como si fuera poco, cada vez que hay un evento especial, como liga de campeones, lo retransmiten.  El deporte es una forma muy barata de rellenar contenido.  Cuatro idiotas contando estupideces y además de gastarse poco dinero en contenidos, les pagan un pastón por la publicidad que transmiten.

El resto de su programación no está libre de la lacra del deporte.  Mucha programación generalista está dedicada a este tema que encuentro tan extraordinariamente aburrido.  Estoy tranquilamente escuchando sobre la última estupidez que dijo Acebes y empiezan a hablar de deportes.  Muchas veces siguen hablando durante media hora sobre este tema tan ñoño.  Muchas veces me hastío tanto que apago la radio hasta el día siguiente.

Sus emisiones no deportivas me gustan bastante.  Me divierte como le intentan sacar tres pies al gato a todo lo que dice Rajoy y como le dan rodeos a mencionar por su nombre al que consideran el demonio, Jimenez los Santos.  Son mi principal fuente de información de lo que pasa en Madrid y en el mundo.  Tienen muchas entrevistas que me son interesantes.  Pero luego está la lacra de que vayan a por la peseta fácil que representa el deporte.

Siempre hay un pero.  Este lo considero grande. La SER son primeros en deportes.  Tanto hacerte pensar con el resto de su programación para luego explayarse durante un cuarto de hora con que Raúl en una discoteca de Marbella llevaba calcetines color granate.  Eso lo hacen durante cualquier programa no deportivo.  Les interesa la pela fácil.  Saben que a mucha gente les interesan el color de los calzoncillos de gente que gana cantidades obscenas de dinero.  Además el presupuesto necesario para investigar esto es mucho menor que el necesario para investigar el alcalde corrupto de turno.

Yo nunca he logrado entender el atractivo del deporte.  Supongo que será una forma de pasar el tiempo que te pueda hacer sentirte orgulloso de sentirte parte de un colectivo.  Después de seguir tantas veces lo que dicen los jugadores, y lo que les pasa, uno acabará sabiendo más cosas de ellos que de muchos amigos.  Se habrán convertido en más importantes que muchos de estos amigos.  Eso es lo que conlleva estar expuesto a tantos detalles triviales como que a Etó se le vio con zapatos blancos mientras comía unas croquetas de cabrales.

Durante gran parte de su emisión, la SER no me representa.  Además de serme indiferentes los deportes, me molesta ver y escuchar programas deportivos.  En cuanto empieza una de las demasiadas emisiones sobre este tema tan, tan aburrido, o bien cambio de cadena, o bien apago la radio.  Aunque me apetezca seguir escuchando la radio los fines de semana por la tarde, todas las cadenas de radio están obsesionadas con los deportes.  Todas a la caza de la pela fácil.  No hay ninguna que me proporcione contenido que considere aceptable.  Fútbol, baloncesto, atletismo es lo único para casi todas las emisoras radiofónicas durante estos dos días durante los cuales no tengo que trabajar.  Ese afán de vender publicidad gastándose muy poco dinero en contenidos me deja sin algo tan placentero para mí como escuchar la radio durante la tarde del domingo.  Cadena SER, primera en deportes.  Vaya mierda

Andreso